domingo, 8 de enero de 2023

PARADA

 

          Carreras al olvido. Así lo tengo grabado en la cabeza, y es lo que hay y lo que toca.

          Parada en seco, forzada y necesaria. Tras un pasado año muy cargado laboralmente, donde el tiempo cada vez era menos tiempo y se traducía en unas desganas enormes de poder plantear un entreno medianamente aceptable y donde imperaba el trabajo y el inicio de un derroche de alertas físicas...Rodillas que no iban bien en los abriles, iniciación al vértigo en agosto, y para rematar, el descubrimiento de tres hernias, bellas y bonitas, que se unían y provocaron un pinzamiento estelar del piramidal  ,algo relativo a los faraones,  en estas fechas navideñas.

            En definitiva, desde el 1 de diciembre estoy/estaba como una "cocleta" que no puede girarse ni disfrutar en su "pan rallao" y en su huevo, ponerse a freír y que se la coman. Tras disfrutar casi un mes de "Tramadoles" de colores, "Nolotiles" de mis sueños y estocadas en la nalga derecha, a modo de Curro Romero, podemos decir que comienzo a ver una " mihita de  luz" para poder empezar a andar de forma eficaz, aunque me da hasta miedo hablar, porque  de un día a otro cambio de modo on  a modo off en un par de segundos. 

            Tras una buena tanda de "electrocutación ciática", donde las piernas se mueven solas al ritmo de los electrones y protones ,comienzo el nuevo comienzo, el que nunca hacía y el que siempre decía que iba a hacer, pero que ahora me tengo que aplicar  de manera obligada.

           Me separo por lo civil y por lo religioso de las carreras, pero no me divorcio. Me paso a la infidelidad de la piscina con maguitos, de la bicicleta con ruedínes y sobre todo, al trabajo que nunca hice del core, ese que me hubiera protegido probablemente de este tipo de lesiones.

            Así que nada, preparo cama y revolcón para darlo todo con él, y cuando pase el tiempo, bastante tiempo, veremos si nos vemos en un salida o en una meta.








                

viernes, 22 de julio de 2022

XXXIII MEMORIAL CARMONA PÁEZ

       Con más atraso que el tranvía en su inauguración, me dispongo a desarrollar la crónica sobre una de las carreras más demandas desde época Covid a nivel provincial.

       Y aunque las ganas se desbordaban meses antes, la presión laboral iba minando las  neuronas sobrantes y la desgana atlética, que se produce en las fechas de mayo y junio, se convertían en una certera duda de asistir o no, diríamos que hasta el mismo día, cuerpo y mente no estaban en el sitio. 

       Pero como a mi me gustan estas sensaciones y me crezco, me crezco en poca vergüenza, me calcé, me vestí y salí pitando hacia el Estadio de Bahía Sur.

      Allí, con una percha que invitaba a los desconocidos a pensar si estaban delante de un "Pro", un pro de verdad, de los buenos...Eso es lo que pasa  cuando uno se lava la cara, huele bien antes de una carrera, se pone la Visera Tricaletera y le hacen una pedazo de foto como la que abajo coloco. Cuando pasa esto, que se quiten del medio los que cogen trofeo( y van a 2.30''), porque aquí estoy yo...jajajajaj...Aquí estoy yo, para dejarme la piel y poder terminar la carrera en mis puestos oficiales, a los cuales me dedico, en cuerpo y alma, a quedar entre la zona media baja de la carrera...

Foto de Alberto Brassi

Preparado sin preparar.

    Y así, con este aire de superioridad que invita a no invitar a correr me destapo.

  En la zona de calentamiento pude disfrutar de los saludos de los grandes compañeros y amigos de Eva y Pedro. También me crucé con Virginia, otra gran compañera de trabajo , la cual no escuchó mi llamada de saludo, así que la vería cuando "le hiciera de liebre" jajaja...

Con mi gran Eva Herraez

  Dentro de lo agotado que estaba para afrontar esta prueba, las ganas, el tiempo y ese punto final de la temporada me hacían pensar que había que intentarlo, solo por el ambiente, por la  ciudad por donde trabaja, y por esa meta que rebosa de ambiente y de buenos corazones que esperan con los mejores de los abrazos, besos y aplausos.

   Para la salida me ubico en la zona final,  y tras la vuelta de salida, nos encaminamos por la zona del Polígono Fadricas.

Saliendo del estadio de Bahía Sur
Foto de Ermanué

   Tras intentar marcar un ritmo aceptable para este corazón que escribe, nos adentrábamos en la zona militar, tan martilleante en su paso semicircular, donde compruebas los numerosos corredores que tienes delante,  y para el consuelo ridículo de los que tienes detrás, olvidándote de los más importante, del momento presente en una carrera. De ahí que no me gusten los circuitos, ni las idas y vueltas de un mismo tramo.

Encaminados hacia 
la zona militar

                                                 Foto de Ermanué 

                                                    A punto de hacer la instrucción

   Tras las entretenida zona militar  nos adentramos a la Barriada de la Bazán, donde muchas familias se agolpan en sus rincones diarios, más animados de lo normal, siendo ese día algo más especial del que fue ayer y probablemente mañana. Todo un goce escuchar el aliento de los más genuinos de esta tierra.

  Pasado el colegio Cecilio Pujazón, nos encontramos esa cuesta que es muy corta pero lo suficientemente castigadora, sabiendo que vienes de un falso lleno en descenso.

   Encaminados hacia el centro nos subimos a lomos de la calle Colón, donde el ocaso hacía de las suyas tanto en subida de temperatura corporal como en una visión molesta por el sol. El remedio no pudo ser otro  que bajar el ritmo, buscar la poca sombra existente y tirar de la visera Tricaletera, para intentar  llegar al " puerto de montaña del Carrefour Market" sin tener que vender cupones.

Finalizando calle Colón
Foto cedida

  La bajada de la cuesta Cayetano Roldán, no la hice como otros años, donde me tiraba a velocidad e incluso a subida de la misma la hacía con alegría. En la subida estaba fundido, lo notaba mi alma, mi corazón y mi cabeza. Me superaron muchos corredores, no podía dar el apretón que me gustaba dar, cuando se puede, en las partes finales, iba fundido. Mi compañero Pedro me lo recordó al llegar a meta, y era así.

Llegando al Parque.

Foto Alberto Brassi.



  Baje el Parque de los Patos con dignidad, para cerrar por la avda. Almirante León Herrero, en su ida y vuelta,  con las mejores ganas y  pocas sensaciones, vamos ninguna.

  A pocos metros de meta, el público se agolpaba con ganas, aplausos y abrazos, los cuales, evidentemente, no recibes pero sientes como si fueran reales, deseados y compartidos.

  Finalizada, demandaba beber como el que anda en el desierto del Sinai.

  Espina sacada, tras dos años sin esta bonita y dura prueba, donde , cada vez que se pueda, aunque no sea mi mejor época, intentaré participar con la mayor de las pasiones posibles.

   Para concluir, el tiempo no fue ningún desastre, más bien todo lo contrario, bastante meritorio y más que aceptable, sobre todo , si la comparamos con los tiempos de hace tres o cuatro años, más viejo y casi mismos tiempos.

  

General. De 690 participantes, puesto 353. 

General masculino. 590 participantes, puesto 330

Por categoría de edad. De 114, puesto 65

Tiempo 51.07 a 5.07







sábado, 4 de junio de 2022

TRAIL HORMIGA 2022

             

        Es bueno dejarse aconsejar a la hora de probar carreras nuevas, sobre todo cuando la fuente procede de la experiencia y de las buenas intenciones, y eso fue lo que ocurrió cuando mi compañera/amiga Eva me insistía, años atrás, sobre la participación del Trail Hormiga.

     Tras un año peculiar, extraño en la motivación hacia las mismas, dónde se mezclan las ganas de participar en todas pero de entrenar en ningunas, y donde el cuerpo se torna más perezoso, me lanzo a aceptar este buen consejo el cual fue todo un acierto.

Así da gusto comenzar


        Nos movemos en el maravilloso entramado que ofrece Santa Lucía, Patría y La Muela, enclavado en la Janda, haciendo frente a Vejer de la Frontera y el trazado playero que llega hasta Conil. Una maravilla de entorno natural, que mezcla suavidad del trazado con prados, pequeños bosques y terrenos de diferentes características.

         A la bajada del coche, me encuentro el ambiente de una carrera muy cercana y rural, eso es bonito. Allí veo a la gran Eva Herráez, Kike y algunos compañeros y compañeras del Carmona Páez. 

A punto de arrancar

Kike, Eva y el que relata


         Aseguraba que había cerca de trescientos inscritos, pero, sinceramente, veía poco personal. Tras calentar de forma tranquila por un par de veredas, me dispongo a ubicar en las últimas posiciones como mandan los cánones del miedo, desconocimiento e inseguridad.

         ¿ Me había preparado la prueba? Nada, vamos, si cuento lo que hice tres semanas atrás me autoexpulso yo mismo de la carrera. Pero tenía ganas de participar, oxigenarme y descargar estrés de la semana de forma tranquila.

Mismo lugar de salida y llegada

Espectacular día




           La prueba comienza tranquila, demasiado para lo que veía, al segundo kilómetro intento ir algo más rápido de lo que arranco, el sendero lo permite, no es peligroso ni lento y avanzo, sin estridencias, por delante de corredores.

           Mi desconocimiento es total en el recorrido, salvo la zona de Santa Lucía, donde unos meses atrás estuve de ruta con familiares y amigos. Tuve dudas sobre que calzado llevar, pero tras los consejos de Eva olvidé usar un calzado técnico y tirar de las antiguas zapatillas, todo un acierto.

Primeras paradas


¿ Y este qué hace hacindo fotos?

Conil de fondo, la playa, maravilla.



           Desconocía que parajes me iba a encontrar y no sabía si era un carrera para tomar imágenes como suele hacer o iba a perder mucho tiempo en algo que me gusta tanto. La decisión fue clara tras comenzar las primeras subidas y ver imágenes tan bonitas.

            Y ya no pude parar de tomar imágenes, en las carreras largas de la sierra es algo que se ve algo más, aquí, algunos me miraban como diciendo "qué hace esté haciendo paradas cada dos por tres". Pues sí, eran necesarias, la belleza del recorrida había que inmortalizarlas.

            Con el paso del tiempo me voy recuperando a algunos corredores y comienzo a tener referencias, de cuando me alejo y me acerco. La prueba se convierte muy "corrible", no existen esos trazos largos donde tienes que ir andando.



Los tramos son perfectos para correr

Camino de la vereda



Zona más abrupta y profunda

Toda una alegría encontrar esto


Zona para correr o caminar rápido
Retinto

            Tras superar la zona de Patría, completamente espectacular, la parte la Muela no se queda atrás. 

              En Santa Lucía, nos vamos bebiendo Vejer de frente, con caminos de asfalto que ya van cargando las piernas y que invitan a relajar la musculatura andando de forma rápida. 



Vejer al fondo


Día espectacular

             Estoy cada vez más a gusto, porque voy teniendo la confirmación, tras la carrera de Benamahoma de que la rodilla, a pesar de tener lo que tengo, sigue fija, no tiene dolor y me puedo lanzar en cuesta y hacia lo loco sin demasiados temores.



Dudas si quedarme aquí o avanzar

            El final del recorrido, llegando hacia los molinos me tengo que parar, comienzo a estar algo cansado y solamente la puedo hacer a marcha rápida, veo a Luisa de Gadeiras, últimamente la veo en todas, que la sigo y la supero algo más adelante con una marcha más rápida. La zona anterior y posterior la hago solo, pocos corredores de referencia.

              La estocada final, pero bonita, se convierte en un camino arenoso de albero, bonito con el contraste verde, que provoca la sobrecarga final de mis piernas.

Últimos tramos de albero

A pocos kilómetros de meta

            Se escucha el sonido de meta, me ánimo, porque la meta está cerca, no estoy agotado, la rodilla funciona y paso por meta con buen aspecto...Tanto que el propio speaker me dice que vengo con muy buena cara y muy tranquilo, le contesto que es mi primera vez y la he disfrutado con la tranquilidad que el cuerpo me puedo ofrecer.




            Tras el cambio de ropa, cerveza corta y tranquila con Eva , Kike y sus amigos, el día estaba para compartir un par de ellas más con ellos, ya que se me antojaban divertidos y da gusto estar así.

Las llegadas son mejore así.


              De esta manera, todo un gran descubrimiento. Carrera bonita por su entorno, emotiva, algo cara para mi gusto, perfecta para la iniciación al trail, poco técnica y que invita a correr de forma tranquila y duradera. En consecuencia, casi seguro tendrá repetición para el próximo año.


 201 finalizaron la prueba
 Puesto 168. 2:15:20
Puesto 50 de 60 en mi categoría
Zona 3-4 del umbral




      


   

martes, 12 de abril de 2022

VII TRAIL MOROS Y CRISTIANOS

 

     Siempre había presumido de rodillas duraderas, capaz de girar, rotar y flexionar de un lado para otro y de aquí para allá , como un muñeco articulado y sin padecer ninguna molestia en sus 46 años de historia anatómica- fisiológica, pero... llegó la hora de mi queja.


    Tras mi última visita traumatológica, previa RM, debido a la imposibilidad de correr en el mes de enero por una cojera de las que se mete la oreja en un charco, tengo el regalo de estrenarme con la siguiente  conclusión tras la prueba diagnóstica: édema óseo en meseta tibial interna ( pienso que por la caída en el trail de las Palomas ), condropatía femoropatelar grado II ( eso es que vas para viejo ) y rotura del menisco externo en múltiples partes, tipo puzzle de Torre Eiffel pero con 2500 piezas ( origen desconocido y vete tú a saber desde cuando ).

   En la visita al especialista, la cual no tuvo desperdicio, el doctor me atiende y me dice lo siguiente en 60 segundo; los 30 primeros: " artroscopia, clarísimo, a operar ( mirando el documento en 3 segundos)". El resto de los  30 segundos:" si no te duele, no te operes". 

- Mire usted, yo es que venía porque me duele  el lateral de la rodilla, no el menisco.

- Como veas, si te duele te operas y si no, pues no pasa nada.

- Mire usted, es que la consulta es porque me duele en esta zona.

- Ya, ya...Bueno lo que usted decida.

  Salí de la consulta como cuando tenemos una conversación de besugos, dónde nadie se entera de nada y que lo verdaderamente importante no se había tratado. 

   Tras esta historieta médica, de la cual, todo el mundo tiene bastantes, me dedico una semana más al reposo y me alivio algo. Comienzo a trotar y el dolor lateral es llevadero, ni grave ni moderado, liviano. Tengo movilidad perfecta en la rodilla, pero, eso sí, con dolor mantenido.

    Pienso, que lo mejor es buscar otro especialista, y así lo hago con cita para finales de abril... ¿Y mientras? ¿ Más parón? ¿ Andar? ¿Bicicleta? ¿ Piscina? ¿Sofá y chicharrones?

      ¿Y si me voy  a un trail liviano, divertido, corto para probar la rodilla? 

    La idea era  probar un poco de realidad. Tenía claro que en el momento que tuviera una molestia que se saliera del umbral del dolor, me saldría de la carrera y me metería en un bar a tomarme una tapa y una cerveza a celebrar mi descalabro articular, si ocurriera.

    Con esa premisa y con cero entrenamiento, me lanzo hacia la séptima edición del bonito Trail Moros y Cristianos en Benamahoma.


Bajada en Benamahoma
Imagen de Maribel Sánchez


     Me despierto con "la suerte" de no tener molestias y prendo el camino hacia la Sierra, la cual estaba radiante tras las pasadas lluvias. La sierra gaditana, a día de hoy, está para abrazarla, besarla y perderse en ella, un espectáculo de color y olor.

    De nuestro Club de Bajo Rendimiento solo asistió este que les escribe, el resto sigue sufriendo diversas patologías que ya se están convirtiendo en crónicas.

     Recojo, dorsal y el ambiente es descomunal. La mascarilla para salida y masificaciones es un oídos sordos para todos y todas.

    Para mi sorpresa me encuentro a mi amigo  Mario y Eva, en cierta manera me da algo de tranquilidad encontrarme a alguien cercano, por si tengo que salir de allí listo de papeles.


30 Minutos para la salida

Ambiente descomunal

A punto de salir

Mario y el que les escribe

    Comienza la prueba y sé a lo que voy. Voy a disfrutar de un trote tranquilo, voy a ir lo más pausado posible y a disfrutar del paraje. Fuera tiempos, fuera pulsos, solo dejarme llevar por la sensación que me pueda dar la rodilla y el cuidado de no meter la pata, nunca mejor dicho.

    La bajada al pueblo la hice muy tranquila, nada de locuras de otros años. Al poco tiempo se formó un tapón algo inexplicable, nos llevó casi 4 minutos parados. Muchos se sofocaban y sufrían su propia queja, era comprensible, a mi me daba completamente igual, iba a lo que iba.

Inicios tranquilos y finales de igual manera

Colapso inusual en el inicio


    Tras salir del pueblo, nos ponemos en marcha ascendente dirección a la zona cercana de Los Llanos del Campo. Segundo tapón en ascenso, este es lógico, coherente y pasa todos los años. Tras ello, ya noto como la rodilla comienza a tener esa ligera molestia lateral, llevadera.

Pelotón de subida inicial, intensa pero llevadera.

¿Se podrá disfrutar sin sufrir?
¡Seguro que sí!

Camino hacia los Llanos del Campo

    Veo las primeras caídas, una chica viene de vuelta porque se dobló el tobillo y  se le puso mirando a  Ronda, otro cayó como una croqueta delante mía...Todas esas imágenes me provocan una mayor dosis de miedo, traducido en exceso de precaución, ahora más aún. Me voy fijando piedra por piedra, espacio por espacio para no darle mucho machaque a la pierna derecha. En un salto, esquivando una piedra piso un falso matorral donde debajo no hay nada, por eso es falso, y meto la pierna derecha, la que quiero proteger, en las profundidades del más allá. De forma malabarística estiro la pierna y evito el contacto de la rodilla con el suelo y con el apoyo del pie izquierdo y mano izquierda retomo mi cuerpo, para recuperar la carrera. Ni una más me dije.

    Poco a poco me iba encontrando a Eva y Mario, Mario iba de acompañante de Eva, sino ya hubiera estado en el pueblo, ya que es un fuera de serie.


Momento para correr y estirar las piernas

Camino hacia un nuevo descenso

    En el camino nos encontrábamos, charlábamos, hacía tonterías y me servían ambos de referencia. En las bajadas ellos me pasaban rápidamente, primero porque las bajadas las hacía prácticamente andando por miedo a fastidiarme la rodilla, y segundo, porque bajan mejor que yo. En las subidas o rectas, probaba correr o avanzar algo más rápido, tampoco mucho, y de nuevo los encontraba. También veía a Luisa de Gadeiras, iba a agarrotada, es extraña verla así a una fuera de serie.

Una amiga

Otra amiga

Para tumbarse y relajarse, ideal.

Eva en su paso.

Mi persona en mi paso.

Ideal para darse un carrerón rápido antes de subir.

   Tras pasar los Llanos del Campo comienza una subida algo dura, para continuar con un descenso con tintes técnicos. El calor aprieta y la visera Tricaletera, en este caso amarilla, hace un buen trabajo para evitar, también, ponerme a vender cupones en la sierra, ya que el sol pegaba de lleno de muchísimos momentos, así que cojo y ciego, podría ser lo más parecido a Shakira, me falta sordomudo.


Consiguiendo metros en ascenso

Consiguiendo metros en ascenso

Tras la subida, retomando el aire

Paradas obligadas

   El terreno estaba genial, algo de fango, pero no excesivo, el olor y el color provocaba mis paradas habituales para tomar algunas imágenes y acercarme a los animales.

   La temperatura era perfecta para correr con lo justo de ropa.

   Ya, en el descenso final, aflojo, no ha aumentado el dolor, pero tengo miedo, una "jartá". En la zona de pistas descendente camino ya a Benamahoma, donde siempre he ido como alma que lleva el diablo, puse el freno, me daba hasta rabia porque me encanta volar por esa zona, pero no debía, sería imprudente y peligroso por si me fallara la pierna.

  A mi ritmo vi de nuevo a Mario y Eva, los alcancé y ya pensé engancharme para entrar dignamente con ellos dos. De esta manera, los tres, tranquilos, sin pausa, sin sofocones ni tiempos, entramos en meta con el mismo mérito y recorrido que otros años, con un crono aumentado respecto a años atrás, pero con la buena sensación de salir ileso y con pronóstico reservado para posteriores pruebas y consultas.





  Tras la carrera, disfruté del entorno, del arroz, de la cerveza y de la charla con antiguos compañeros de la facultad, como María Alfonso, José Javier...


Aparcamientos salvajes

Gloria bendita

   Eso sí, si algo se averío fue el coche en el Bosque, donde me quedé sin batería en una parada que hice, que todas averías sean esas.

    Destacar, como hago cada año,  dicha prueba, ya que sigue siendo una carrera ideal para comenzar en el mundo del trail. Espectacular en su entorno, perfectamente organizada, con buenos avituallamientos y con un ambiente sencillamente maravilloso. Enhorabuena de nuevo a NATURAVENTURA TRAIL SERIES.

17 km: 2 h:40 min.
Puesto 343 de 524 que finalizaron
Puesto 148 de 195 por categorías
Umbral aeróbico.